Los precios del abono no son para tomárselos a broma. Muchos agricultores nos llaman pidiendo ayuda para hacer más eficiente su finca porque la situación es completamente inviable. Basta con hacer unos sencillos cálculos de los precios de los productos que vendemos, frente a los costes de los que compramos, para darnos cuenta de que la rentabilidad de este año va a bajar y mucho.

Con los precios estimados del abono y la gasolina podemos calcular que echando unos 300 kg de abono NPK y otros tantos de Urea vamos a gastar unos 480€ por Hectárea de abono (en el mejor de los casos). Entre picos palas y azadones solamente con ese gasto estamos llegando casi al gasto total aproximado por Hectárea del año anterior.
Poniendo como ejemplo el cereal y siguiendo con los números, la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España (Accoe), puso precio al trigo blando el 1 de noviembre en 300€ la tonelada. Esto varía en función de dónde estés en España, pero nos demuestra que aunque haya subido el precio, los márgenes van a ser mucho menores si no sube más.

Ahora más que nunca es de suma importancia intentar ser lo más eficiente posible en el campo. Lo mismo da que tengas cereal que frutales u hortícola, la importancia de los números es vital e invertir en tecnología es la única forma de controlar las variables en un negocio en el que, como dicen “no tiene techo”. En lo que nosotros conocemos, que es el suelo, sabemos mejor que nadie el impacto de los abonos en las plantas, por eso sabemos que muchos que estéis leyendo el artículo estaréis pensando que 5.000kg de trigo es complicado alcanzarlo en vuestra zona.
Pues tenemos buenas noticias, es muy probable que esos rendimientos sean muy fácilmente alcanzables, solo que si llevas toda la vida aplicando el mismo abono o probando cosas distintas, es también muy probable que tu suelo esté descompensado y no llegues porque haya bloqueos, le falte algún nutriente o simplemente necesita un aporte foliar.

La importancia de hacer un estudio de suelo completo y actuar en consecuencia a lo que hay es vital para conseguir los resultados que queremos. Un plan de abonado no puede estar solamente basado en las extracciones en seco del año anterior o calculando una extracción a ojo. Sabemos de sobra las Unidades Fertilizantes (UF) necesarias para sacar un rendimiento u otro en cualquier cultivo, pero ¿sabes cómo afecta el suelo realmente a esto? Da igual el tipo de cultivo que sea, si encontramos un exceso de Fósforo por ejemplo, usando extracciones lo único que vamos a hacer es empeorar la situación. Lo mismo pasaría si encontráramos un defecto, porque la planta tampoco terminaría de absorber los demás nutrientes y estaríamos creando excesos en el resto de ellos.

Otro error muy común es pensar que los abonos NPK con otros añadidos como Magnesio, Azufre o Calcio van a ser mejores, pues… ¡Sorpresa! También puedes estar perjudicando al rendimiento. Lo realmente importante es mantener un equilibrio y aportarle a la planta todo lo que necesite para llegar a nuestro objetivo. Estos ejemplos solamente son de un nutriente en concreto, pero entran muchos más factores como la textura del suelo, pH, micro-nutrientes…etc. Un suelo sano y equilibrado SIEMPRE va a ser sinónimo de un buen rendimiento y además hará que las plantas sean más resistentes a plagas y enfermedades.
Por tanto, si realmente quieres hacer frente a los precios de los abonos y a todo lo que conlleva tener una explotación agrícola hoy en día, la clave es invertir en conocer todas las variables y actuar en consecuencia a lo que tienes. Por supuesto, si quieres saber más sobre el tema no dudes en leer nuestros artículos y compartirlos. ¡Muchas gracias por leernos y nos vemos en el campo!
Autor: Leopoldo Rodríguez-Jurado, CEO de Orion Agriculture.
